"Alégrate, llena de gracia el Señor está
Contigo". (Lc 1,28)
Esta hermosa frase del
"anuncio" del ángel a María, es la máxima expresión del saludo que
Dios hace a María. Dándose el primer contacto entre lo divino y lo humano,
primer encuentro de Dios Padre con la criatura que él mismo, había preparado desde
los tiempos, para ser la madre del Salvador.
Esta celebración se encontró
desde el S. II con una expresión preciosa en las formas del credo. Pero a
partir del S. VII se comenzó a celebrar con especial solemnidad el misterio de
la anunciación el 25 de marzo, nueve meses antes del nacimiento del Señor.
Durante este tiempo el verbo
hecho carne se iba formando en el seno materno.
Pudiendo decir que Jesús, esta
presente en medio de su pueblo que durante años esperaba la eterna promesa: el
antiguo (Israel) y el nuevo Israel la (Iglesia). "El Señor esta en
ella". Es decir Dios es nuestro y nosotros somos para siempre su pueblo.
En esta fiesta solemne se
puede subrayar los aspectos cristológicos del pasaje evangélico del anuncio del Ángel a María.
Entró el Ángel a su presencia y le dijo:
"Alégrate, llena de
gracia el Señor está contigo". En este primer momento se resalta a María como la amada, la favorecida, la
escogida por Dios, dándose también el momento en que María se encuentra conmovida
por el anuncio del ángel. -Vas a quedar embarazada y darás a luz un Hijo al que
pondrás el nombre de Jesús-, o sea: Dios con nosotros. Porque el Espíritu Santo
descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.
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